Día para pasar rodeados de naturaleza incandescente, gente hospitalaria, y costumbres ancestrales. El valle de Ourika no deja indiferente a nadie. Infinidad de rutas posibles a la hora de explorar éste vasto paisaje en el que se pueden encontrar escarpadas pendientes, cascadas inagotables y vistas tan maravillosas en las que hasta el horizonte pierde su nombre.
El río permite la vida en los aledaños del mismo, el olor a naturaleza es una de las atracciones sin duda. Recomendado ir en día de mercadillo, visitar un «supermercado bereber» se convierte en una experiencia variopinta en la aldea cercana de la que se puede aprender sus costumbres gastronómicas. La hospitalidad de sus gentes hará las delicias de un almuerzo típico y de un auténtico té bereber preparado a la manera tradicional en una característica casa bereber. ¡Mimetizarse resulta un placer!
Recogida en el hotel donde estén alojados en Marrakech a la hora acordada, recomendamos que sea entorno a las 9 de la mañana para poder aprovechar al máximo el día.
En una de las zonas más exóticas de la región, se encuentra en el Valle de Ourika. Situado en el Alto Atlas y a tan solo 60 km al sur de Marrakech, nos encontramos con uno de los más bellos parajes que el viajero puede encontrar.
Nuestra excursión al Valle de Ourika (nombre que le debe al río por el que pasa) incluye la parada en el auténtico mercadillo beréber de Asni (si es día de mercado) donde todas las familias que viven en el monte hacen sus compras, para posteriormente dirigirse a una auténtica casa beréber, donde nos daremos cuenta de la manera de vivir que tienen estos pueblos al mismo tiempo que nos enseñan cómo preparar un rico té de menta, el cual podremos luego tomar.
Salimos hacia el pueblo de Setti Fatma, aldea marroquí muy conocida por su Siete Cascadas. Aquí tenemos un recorrido específico de una hora, teniendo la oportunidad de ver una auténtica «nevera beréber» donde las botellas se amontonan unas encima de otras y un chorro de agua fresquísima que baja de las montañas las refresca y las mantenciones frías.
La Aldea de Setti Fatma sigue preservando el encanto de un pequeño valle que aún conserva sus casas de adobe y una vida apacible. Almorzaremos en este bello lugar aprovechando la hospitalidad de su gente y degustando su gastronomía. Por la tarde regresaremos a Marrakech, donde os trasladaremos al hotel en el que estéis alojados.
No esperes más,
descubre Marruecos